Una joven pareja esperaba su primer hijo y eligió a un obstetra para que se ocupara de su atención prenatal en 2021.
Desgraciadamente, en diciembre de 2021, la futura madre fue ingresada en Auxilio Mutuo debido a contracciones de parto a las 34-36 semanas de gestación.
Se realizó una ecografía y no pudieron detectar el latido del corazón del bebé.
Poco después, el obstetra les entregó el cuerpo sin vida de su bebé.
En diciembre de 2022, la pareja contrató nuestros servicios, y enviamos una carta de demanda afirmando, entre otras cosas, que el obstetra no diagnosticó un retraso grave del crecimiento fetal, lo que podría haber detectado signos precoces de compromiso fetal y evitado el desafortunado desenlace.
El asunto se resolvió extrajudicialmente a satisfacción de los clientes en marzo de 2023.