Este caso se refería a un litigio entre un propietario de inmuebles de lujo y un administrador de fincas.
Representamos al propietario de los inmuebles.
Hubo múltiples reclamaciones por incumplimiento de contrato que implicaban aspectos muy complejos del derecho contractual, un supuesto derecho a comprar esas propiedades, posesión «de mala fe» y muchos aspectos del Código Civil de Puerto Rico.
Tras años de enérgico litigio, el caso se resolvió mediante un acuerdo que permitió al propietario conservar sus propiedades y resolver las cuestiones financieras amistosamente.